La idea de que no somos iguales a los hombres es algo que tenemos que tener muy claro si queremos empezar a vivir nuestra feminidad, Ni por constitución ni por designio.
La lucha por la "igualdad de genero" no es más que una promesa vacía del feminismo, sus fundamentos de lucha se contradicen a lo largo de la historia creando confusión de roles entre las mujeres.
Este problema de identidad que vivimos las mujeres ha sido en parte gracias al feminismo que a lo largo de los años el movimiento "como cualquier otro movimiento" ha tenidos exponentes con ideas totalmente distintas generando confusión dentro del mismo y quizá lo que empezó como un deseo de reconocer a la mujer como esa igual que creo Dios ante el hombre tema que veo totalmente válido y meritorio de las primeras mujeres que pretendían un contexto entre iguales, eso si cada uno con sus labores y roles definidos.
me gustaría en este punto compartirles algo de mi tesis.
"El feminismo como todo movimiento
social a lo largo de los años ha tenido sus variaciones, se han incorporado al
movimiento nuevas causas de lucha, tanto que la misma historia se ha visto en
la obligación de clasificarlo y
dividirlo por épocas y etapas; la primera es “feminismo de la igualdad”, el
cual como mencionaba antes pretendía un contexto entre iguales.
El
segundo “Feminismo de la diferencia”, es
quizá el más problemático en la historia y el que abre camino a muchas críticas
en campos multidisciplinarios, ya no solo políticos o sociales, también
religiosos, culturales entre otros, las
mujeres ya “libres” empiezan a manifestar esa “libertad”, sin tabúes ni
condiciones sociales, ya no se quedan en la casa, no cuidan del hogar, ejercen
trabajos que antes eran considerados masculinos, así mismo el lesbianismo, y
el racismo encuentran en el feminismo un camino para lograr aceptación social.
El feminismo de la segunda ola
problematiza la mujer mucho más, sus
condiciones físicas y fisiológicas como
la menstruación y la maternidad,
presuponen una esencia común a todas las mujeres, derivada de su
constitución biológica.
Esta idea generó conflictos
dentro del movimiento como tal, por ello
las mujeres se dividieron en opiniones
alegando que todas eran distintas, es
aquí donde surge el feminismo lésbico,
el feminismo negro, el feminismo chicano entre otros tantos que intentaron
demostrar las distintas formas del “ser mujer”.
Aquí nos acercamos al problema de identidad
femenina aunque aun no es tan evidente, pues las preocupaciones de las mujeres
por saberse distintas no eran el
objetivo principal, la lucha contra el patriarcado seguía, y ahora con variaciones de lucha buscando la
emancipación femenina, generaban en la
sociedad conflictos políticos."
La mujer
actual quiere ser un hombre, pero también pretende ser una mujer, y esa dualidad
es la que agrava aún más el problema de la confusión de roles. Ellas ya no se
conforman con aceptar lo que les toca, es decir los mismos derechos del hombre después de siglos de lucha ahora la mujer lo quiere todo.
Somos mujeres y debemos actuar como mujeres estamos hechas para suplir una necesidad y para cumplir una función el problema de la feminidad social es que ha confundido feminidad con plasticidad, "si no tienes, no vales" "si no usas, eres menos" este tipo de anuncios intrínsecos en cada fibra de "la feminidad" lo único que genera es confusión.
La feminidad bíblica nos rescata de las garras de un mundo de mentiras, nos confronta con nosotras mismas nos pone en nuestro lugar y nos da el valor que merecemos que por supuesto es muchísimo más alto que el la feminidad social nos propone.
La doctrina feminista de nuestra época sostiene el concepto de que la feminidad es un asunto de condicionamiento cultural, eso es lo que el diccionario nos enseña también.
La feminidad en una mujer se puede acentuar o desvirtuar pero no se puede cambiar, nuestra feminidad es un don de la gracias de un Dios lleno de amor.
Tenemos una identidad que no necesitamos igualar o luchar por ella, ya la tenemos, nacemos con ella, estar sujetas a esa identidad nos permitirá realizarnos plenamente como mujeres, cumpliendo con los designios que Dios ha creado para nosotras: Ser ayuda idónea, ser de ayuda, estar en sujeción a Dios y a lo que tiene preparado para mi aceptando que lo que el desea para mi es mucho mejor que lo yo misma podría desear, estar en sujeción a mi esposo, siempre y cuando mi esposo este en sujeción a Dios, luchar por desarrollar mi rol como madre de la mejor manera estando en casa con mis hijos, educándolos y preparándolos para cuando enfrenten el mundo solos, trabajando fuertemente por mi familia y soportar cada una de las necesidades de mi hogar.
Ser mujer es de valientes, es una responsabilidad que va mucho más allá de un lápiz labial, o un estilismo anual, no estoy en contra para nada de estas cosas todo lo contrario considero que son elementos que acentúan mi feminidad más no me identifican como mujer, son sólo elementos que hacen parte de ese imaginario social de feminidad.
En el Antiguo Testamento encontramos relatos de como las mujeres se decoraban con aros en la nariz o brazaletes, la decoración de las túnicas y velos, accesorios metálicos para el cabello, las manos y los tobillos. No sólo nos arreglamos para resaltar nuestra feminidad, también nos arreglamos para el sexo opuesto (un concepto nada feminista) pero muy femenino, buscamos atraer el sexo opuesto con el fin de procrear es una realidad.
Atrévete a vivir tu feminidad aceptando el plan que Dios creó para ti.
Comentarios
Publicar un comentario