LA MEDITACION COMO EJERCICIO ESPIRITUAL
Muchas veces dejar ese peso del que venimos hablando no es fácil, o simplemente no sabemos como hacerlo, si nos sentimos tristes, afligidas, desganadas quiere decir que aún no estamos listas para correr la carrera, pues lo más probable es que no sigamos y dejemos todo tirado o simplemente no empecemos.
como veníamos diciendo es necesario dejar todo ese peso que nos impida llegar al punto de partida y así poder correr lo más liviano que podamos.
Cristo esta ahí al lado tuyo esperando que le entregues todo ese peso, toda esa carga, el te quiere libre y preparada para la carrera que tienes por delante, anhela verte llegar a la meta y desea verte recibir esa corona de ganadora.
¿pero como le entrego todo?, primero que todo es necesario que creas en él, que creas que hay un Dios y solamente busca un lugar secreto en tu casa o donde te encuentres y ora a Dios con tus propias palabras y con los ojos cerrados dile que reconoces que haz venido actuando en tus fuerzas, buscando soluciones por tu cuenta y a causa de eso haz cometido errores y haz pecado, reconoce delante de Dios tu incapacidad para llegar a la meta sola y decide entregarle tu vida con todas tus cargas y problemas que te abruman, deposita en él tu confianza como un atleta lo hace con su entrenador, dile que escriba tu nombre en el libro de la vida para que siempre se acuerde de ti y cierra tu oración con un amén.
empezar a confiar en nuestro entrenador es lo mejor que podemos hacer para llegar a la meta pues una vez encontrado el punto de partida él nos guiará por la pista que debemos seguir de manera clara y el se encargará de cargar con todo nuestro peso.
Nuestra sociedad nos ha impuesto demasiados pesos a parte de los que personalmente nos echamos encima a diario, uno de esos pesos es el LEGALISMO ASFIXIANTE, al que la sociedad nos ha sometido creando en nuestra cabeza un sistema religioso que dista mucho de lo que Dios verdaderamente es, además de ser un peso innecesario enreda y confunde impidiendo avanzar en la carrera.
En la medida que vamos avanzando en la carrera con Dios nos vamos dando cuenta de lo equivocadas que estábamos al creer que Dios se encuentra en las "iglesias" o edificios con estatuas y un sistema de pensamiento impuesto, empezamos a entender que Dios habita en nuestros corazones y que el Espíritu Santo es quien toma control de nuestra conciencia verdaderamente enseñándonos como actuar en cada situación difícil de nuestra vida.
Esta carrera está llena de obstáculos y probablemente caigamos en ellos pero para eso en necesario acudir a la PACIENCIA, la paciencia no es otra cosa que resistencia, determinación de seguir adelante sin ceder a la tentación, sin bajar el ritmo o darnos por vencidas.
Si un atleta no realiza ejercicios con su entrenador previos a la carrera lo más probable es que ceda ante las exigencias físicas que esta requiere y no llegue a la meta.
Juntas con nuestro entrenador podremos realizar ejercicios espirituales que nos fortalecerán y nos darán paciencia, resistencia, determinación.
LA MEDITACIÓN
Que es meditar?, No nos referimos a una meditación trascendental donde ponemos nuestra mente en blanco, más bien nuestra meditación la dividimos en varias partes y estas partes en este estudio las llamamos ejercicios espirituales.
El primero de estos ejercicios es: LA ORACIÓN
La oración no es otra cosa que hablar con Dios, recuerda que lo aceptaste como tu entrenador y es de tu entera confianza así que puedes dirigirte a él, no es repetir palabras que aveces ni entendemos, Dios es inteligente y basta con que se lo digamos una sola vez para que entienda, es buscarlo en la mañana como nos lo dice el Salmo 5:3, es presentarme ante él con humildad, agradecimiento y respeto.
En la oración yo puedo hablar con el tranquilamente y decirle lo que siento, lo que me aqueja, lo que me hace feliz, es el momento de rendir mi alma a él y confiar verdaderamente esperando ayuda, consuelo, consentimiento.
Dios siempre nos escucha y responde nuestras oraciones
La oración es importante por dos razones:
- Es la fuente de poder para el crecimiento y la perseverancia de nuestra vida espiritual
- Dirige nuestra voluntad en la dirección a la voluntad de Dios
La vida de oración nunca la podremos reducir a unas cuantas reglas, ya que es el resultado de una experiencia dinámica y personal pues debemos recordar en todo momento que estamos hablando con un Dios vivo.
Cada una de nosotras es diferente y debemos fortalecer músculos diferentes pues nuestras debilidades no son las mismas, así que la oración es ese momento personal de cada una con nuestro entrenador que nos ministra nuestras áreas de acuerdo a nuestras necesidades, es por eso que las experiencias que tengamos en la oración siempre serán diferentes para todas.
para concluir nuestro post quisiera regalarles un versículo que se encuentra en Efesios 6:18
"Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes"
Feliz inicio de mes y feliz semana!
Comentarios
Publicar un comentario