Jeremías 18:3-4
"Descendí a casa del alfarero, y hallé que él estaba trabajando en el torno. 4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en sus manos, pero él volvió a hacer otra vasija, según le pareció mejor hacerla."
NO EXISTE TAL COSA COMO UN DOLOR SIN SENTIDO EN LA VIDA DE UN HIJO DE DIOS
Después de pasar tres días sobrenaturales, me encontraba sentada en el borde mi cama llorando mis ojos con tristeza y dolor por una situación en mi matrimonio, esa noche se convirtió en días de dolor, llanto y discusión. No podía comprender como de un momento a otro mi paz y mi gozo se había refundido en lagrimas.
Pero hoy orando tomados de la mano junto con mi esposo Dios nos revelaba algo que quiero compartir aquí.
En el post anterior contaba como de una manera sobrenatural Dios había estado hablando a mi corazón acerca de vivir una vida de santidad, sin más que decir esta semana Dios como alfarero estaba quebrando y aplastando en nuestras vidas eso que no estaba sirviendo, nuestro matrimonio. Algo que aparentemente andaba bien y que no necesitaba arreglo, se quebró o más bien Dios lo quebró para así poder arreglarlo y restaurarlo desde lo más profundo.
El sufrimiento nos prepara para ser la esposa de Cristo
para celebrar el primer año de casada con Dani, escribí un post acerca del matrimonio (que puedes leer aquí) el título de este post es "el matrimonio como un medio y no como un fin" básicamente exponía que el matrimonio es ese medio que nos santifica cada vez más con el fin de presentarnos ante Cristo como una esposa perfectamente ataviada y lista. Pero a decir verdad esta semana y con todo lo que Dios ha estado haciendo en nuestras vidas he podido concluir que el sufrimiento nos prepara para ser la esposa de Cristo.
El Señor Jesús tiene que realizar una tarea muy grande: cambiar su iglesia (nosotros) impura y con manchas en una novia gloriosa y digna del Cordero. Efesios 5:26, 27 nos dice que nos está haciendo santos mediante el lavamiento de la Palabra, presentándonos a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha o arruga o ningún otro defecto. Entonces el sufrimiento desarrolla la santidad en los hijos de Dios. Pero si pensamos en la santificación como un proceso de limpieza profunda, para sacar manchas hay que refregar y eso duele, para quitar arrugas es necesario el calor y la presión y eso duele más, pero el fin es sólo uno y VALE LA PENA!
Hebreos 12:10
"Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad."
Esta semana comprendí que es necesario el sufrimiento y este a través de la disciplina, que podemos compartir su santidad a través de la disciplina. Dios es perfecto y por eso su disciplina es perfecta, siempre obra para el bien espiritual de nosotros sus hijos.
Si comparo mi rol actual de ser esposa con la enseñanza anterior, AUUUCH, también me permite entender que necesito ser preparada como una mejor esposa para Dani, como esa ayuda idónea que Dios ha preparado para él a través de mi, y doblegar emociones y sentimientos por amor también es doloroso, pero el fin traerá un gozo incomparable en nuestro matrimonio de eso estoy segura.
Tito 2:14
"quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras."
El Señor Jesús tuvo que trabajar duro para purificarnos para sí mismo. Reconozcámoslo: si nos dedicamos a tomar nuestras propias desiciones según nuestros deseos, seremos personas con mancha y con arrugas y necesitamos desesperadamente ser puros. Por doloroso que sea, el sufrimiento puede purificarnos si nos sometemos a Aquel que tiene un plan amoroso para el dolor.
Hoy después de todo, puedo seguir entendiendo la sobrenaturalidad de Dios para con nosotros, sus promesas y sus palabras se cumplen por encima de todo por que "Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?" como lo dice Números 23:19.
Gracias a Dios por esta semana, por esta situación y por permitirme entender su propósito y voluntad en nuestra vida, tanto personal como matrimonial.
Bendiciones!
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