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Disciplina Espiritual




Hoy iniciamos una nueva serie titulada Disciplina Espiritual, y quisiera empezar esta serie con una frase que me gustaría que recordarán durante todo este estudio y luego bajen a sus corazones para que empiece a ser una realidad en sus vidas.

"La Disciplina Espiritual es el sendero que conduce a la vida piadosa"
John MacArthur

A lo largo de nuestras vidas, las mujeres sobre todo, hemos tenido que lidiar con una cantidad de estándares sociales que se nos imponen de acuerdo a la tendencia o moda que se encuentre rigiendo en el momento, por ejemplo ¿que piensan si les menciono la palabra fit?

Si, eso es, una tendencia que mezcla la disciplina física cono la nutricional con el fin de lograr cambios visibles y alcanzar objetivos en nuestro propio cuerpo.

Este es un excelente ejemplo que ilustra lo determinadas, exigentes y un poco obstinadas que nosotras las mujeres podemos llegar a ser, las redes sociales como facebook o instagram se vuelven una ayuda invaluable con mujeres inspiradoras que nos cuentan sus rutinas alimenticias y de ejercicio, nos comparten concejos y nos recomiendan todo tipo de elementos que podemos incorporar para lograr nuestras metas, nos volvemos fieles seguidoras de estas mujeres y nos apropiamos tanto de el estilo de vida que nos proponen que se nos convierte en una pasión.

Cada semana, cada mes, cada año, cada década se están renovando estas tendencias sociales que nos proponen disciplinas diferentes con el fin de lograr un objetivo específico, las mujeres somos muy decididas y es una característica que los medios conocen mucho mejor que nosotras mismas.

Es claro que si queremos lograr una meta específica ya sea a corto, mediano o largo plazo necesitamos empezar a crear una disciplina con el fin de alcanzar ese propósito.

Así como nos ejercitamos día a día y creamos disciplinas físicas que requieren de valor y esfuerzo, la parte espiritual de una mujer también debe ser ejercitada día a día, pero esto es algo que se nos olvida, que no sabemos o que simplemente no consideramos importante.

Durante este estudio, nos plantearemos tres preguntas que nos ayudarán a entender mejor este tema.

I. ¿Qué es disciplina espiritual?
II. ¿Por qué es importante?
III. ¿Que nos impide ser disciplinadas espiritualmente?

Para empezar  con nuestra primera pregunta, vamos a ir directamente a unos versículos de la Biblia.
1 Timoteo 4:7-8 de la NTV = Nueva Traducción Viviente, es la versión que utilizaré durante todo el estudio.
dice: "7 No pierdas el tiempo discutiendo sobre ideas mundanas y cuentos de viejas. En lugar de eso, entrénate para la sumisión a Dios. 8 El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la que viene"

Quién escribe estas palabras es el apóstol Pablo un hombre que sabía de lo que hablaba pues fué un ejemplo de sumisión a Dios por medio de la disciplina espiritual.

mencionar la palabra sumisión en estos tiempos es algo tabú, creemos que es algo malo, que nos pone en desventaja frente a otro, sin embargo al entender el sentido estricto de la palabra nos damos cuenta que toda nuestra vida hemos estado de sumisión en sumisión y que no es algo malo es un término de orden, antes de empezar a hacer una exégesis de los versículos que les compartí veamos rápidamente la definición de sumisión a la que nos estamos refiriendo:

Sumisión en este contexto se refiere estrictamente a vivir una vida piadosa, la piedad no es otra cosa que una actitud y respuesta adecuada a Dios. 
(este no es nuestro tema ahora, así que no vamos a profundizar en el, pero si tienen preguntas las pueden dejar en los comentarios y con gusto las resolveremos)

Pablo inicia el versículo 7, diciendo que la primera característica de la disciplina espiritual es ENTRENARNOS, debemos entrenarnos con un fin cierto?, ese fin no es otro que lograr una vida piadosa.

1. ENTRENARNOS 

Así como nos entrenamos fisicamente para ganar una carrera de atletismo, es necesario ejercitar nuestro espíritu, la disciplina es también dominio sobre la carne, dominio sobre mis emociones, dominio sobre mis deseos.

Cuantas veces hemos tenido que arrepentirnos de lo que decimos en un momento de diferencia con nuestro esposo, o nuestros hijos o con una amiga?, después de no llegar a un acuerdo que nos satisfaga nos salimos de control y dejamos que nuestras emociones dominen nuestras palabras o nuestras acciones y luego cuando pensamos un poco con más calma nos damos cuenta que tal vez no era eso lo que queríamos decir y nos sentimos fatal, hemos causado algún tipo de herida en nuestro esposo y probablemente debamos ir a pedir perdón.

Si entrenamos nuestro espíritu sabremos como reaccionar en un momento como el anterior, no causaremos heridas a nadie y muy seguramente nos vamos ahorrar el tener que pedir perdón, FACIL? para nada pero en nuestra siguiente entrada veremos algunas herramientas que nos permitirán empezar a entrenar nuestro espíritu.

Les deseo a todas un excelente inicio de semana y empiecen por respirar profundo en un momento de tensión.





















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