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Cuando el cáncer llega a tu familia






¡Es cancer!
Dos palabras que pueden destruir o construir tu vida y la de tu familia 

En el mes de julio de este año, mi papá fue diagnosticado con cáncer, un cáncer que gracias a su metástasis ósea fue descubierto, un diagnostico que nos quito el aliento, pues mi papa es un tipo que jamás en su vida ha fumado, no toma, se ejercita y cuida su alimentación de excesos.

No había razón alguna para que mi papá tuviera cáncer, el tumor principal se encontraba en su mama... queeee? menos del 1% de todos los casos de cáncer de mama se producen en hombres, los casos que se conocen de hombres con cáncer de mama son tan de pequeña magnitud que casi no hay estudios de esta enfermedad en los hombres específicamente, sin embargo el de mi papá es de una magnitud muy grande, altamente tumoral y se encuentra en el grado más alto.

Este diagnostico cambio mi vida y la de mi familia, los llantos, el desconsuelo, la desesperación, la impotencia, las preguntas, y una cantidad de sensaciones y emociones que suben y bajan por todo tu ser son tremendas, les quiero contar mi experiencia como hija y lo que ha sido este caminar hasta el día de hoy.

¿Que es lo primero que uno piensa?

Bueno, la noticia es tan impactante que te quedas sin aliento, sin razón, no piensas coherentemente y lo primero es hacerse preguntas  POR QUE MI PAPA... DIOS, ES ENSERIO.... DEBE SER UNA BROMA.... TENGO QUE SER FUERTE... en fin son muchas preguntas que cruzan tu mente en fracción de segundos.

Es una confusión, ver a mi mamá llorar, a mis hermanos recibir la noticia con total desconsuelo es como ver pasar la vida en cámara lenta, y esos momentos e imágenes se quedan contigo para siempre.

Mi papá un hombre que siempre ha sido ¨fuerte, pretende seguir siendo ¨fuerte¨ y nos da consuelo diciendo que todo va a estar bien, con su corazón angustiado y una sonrisa falsa en su rostro, pero lo más curioso es que sus palabras de alguna manera me transmitían calma.

Mi papá permaneció casi 25 días hospitalizado, días que aunque difíciles de poco sueño y cansancio tanto mental como físico, me permitieron entender muchas cosas acerca del cáncer y sobre todo de la vida, la vida espiritual, la vida cristiana y la vida eterna.

Aunque con una gran cantidad de preguntas en mi cabeza, jamás deje de pensar que era la voluntad de Dios, siempre tuve claro Romanos 8:28 en mi cabeza y se lo repetía a mi papá, pero la verdad creo que como cristianas muchas veces conocemos la palabra de Dios pero no somos consientes de ella, repetir tanto esta palabra en mi mente en los momentos en que mi papá decaía fisicamente me permitió entender dos cosas:

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados"    Romanos 8:28

1. Dios es quién organiza todos los acontecimientos de nuestra vida, incluyendo el sufrimiento, la tentación, el pecado, y esto no es con otro propósito que nuestro propio beneficio ya sea temporal (aquí en la tierra) como eterno (en el cielo).

2. Dios nos ha llamado  nos ha escogido, nos ha elegido para traernos salvación, darnos vida en abundancia, vida eterna.

Es tan fácil ser cristianas cuando todo va bien tu vida, cuando no hay dificultades económicas, cuando tu familia y tu tienen salud, cuando no hay problemas en el trabajo, es tan fácil decir que amas a Dios cuando todo marcha bien con tu esposo, la cosa es que solemos culpar y cuestionar a Dios cuando nos encontramos en situaciones que emocionalmente se nos salen de las manos.

Con el paso de los días en el hospital, y asimilando la enfermedad, como familia comprendimos que de alguna manera, todos estábamos mal antes del cáncer de mi papá, cada uno hacía su vida por su lado, preocupados por nuestras necesidades personales y viendo las del otro desde las nuestras, yo soy buena hija, yo soy buen esposo, yo soy buena esposa, yo soy buen hijo, yo soy buena hermana, yo soy buen hermano, y nos jactábamos de ser una familia unida, debo aclarar algo, siempre fuimos  "un clan" siempre estuvimos  ahí los unos para los otros, pero a  la unidad que me refiero es a la unidad espiritual, ahí si que estábamos mal, no éramos una familia con un mismo sentir, cada uno buscaba a Dios a su manera.

Efésios 4:3 "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de paz"

Esta unidad del espíritu es un lazo espiritual que rodea y liga a todos los creyentes que pertenecemos al pueblo de Dios, este vínculo perfecto es el amor.

Hay muchas familias unidas pero carentes de amor y en mi reflexión personal comprendí lo unidos que éramos pero no en el espíritu, necesitábamos ser unidos por medio del amor, por medio del amor de Cristo y hacia Cristo, así que he podido ver como este cáncer nos ha llevado desde el profundo dolor y duda al amor, a abrazar la voluntad de Dios en la vida de mi papá y a dar gracias por su cáncer, a ponernos en los zapatos del otro a comprender sus disgustos, sus alegrías, sus momentos difíciles a entregar a Dios lo que nos molesta del otro sin dejar de amarlo y respetarlo y antes sirviéndole más y sin reservas como Cristo hace con nosotros día a día.

El tiempo en el hospital, nos permitió a mi papá y a mi leer la Biblia (leímos muchos libros durante esos días) aprendíamos los dos yo leyendo y el escuchando, compartimos momentos que aún en medio de la situación difícil atesoro en mi corazón, esos momentos me hicieron sentir cerca a mi papá, me permitieron crear vínculos de amor con el, por que mientras aprendíamos de Cristo yo aprendía de el en cada momento, mi papá me ha enseñado mucho en este tiempo ha sido un gran maestro.


El cáncer ha sido un ladrillo más en la construcción de mi familia y mi construcción personal, ayudándonos a crecer en amor, en unidad, en comprensión y sobre todo en oración, alabanza y adoración al único digno de gloria el Señor Jesús.



Las bendigo queridas lectoras.

















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